La asignatura sobre sistemas de gestión documental del curso del Máster Online en Documentación Digital empieza con importantes novedades respecto el curso pasado: tanto las unidades que se imparten, como sus profesores, son nuevos en el máster, y es una suerte, desdel punto de vista académico y profesional, poder contar con ellos en el Máster.
Como "consultora independiente especializada en gestión de la información y de documentos", tal y como ella misma se presenta en su sitio web, Carlota Bustelo Ruesta se encarga de la docencia de dos unidades de carácter introductorio. Por un lado, una unidad llamada "Metodología para la definición de un modelo de gestión documental", en donde se tratan los elementos fundamentales que atañen a la composición de un modelo de gestión de documentos: "Un modelo de gestión documental establece los criterios, principios y directrices que una organización define para la gestión de sus documentos. Se materializa en un documento o documentos que contienen las directrices que deben ser aplicadas y que tiene que ser tomado como base para desarrollar todos los aspectos técnicos, normativos y organizativos de la implantación del mismo".
La otra unidad a cargo de Carlota Bustelo es "Aplicaciones informáticas para la gestión documental", en donde se hace una aproximación a las características y las funcionalidades de los sistemas de gestión de datos y documentos electrónicos, que al menos incluyen "las funcionalidades de gestión documental, las de digitalización o "imaging", las funcionalidades de records management, y las de búsqueda".
El otro profesor de esta primera semana de docencia sobre sistemas de gestión documental es José Raúl Vaquero Pulido, presidente de la Documentation Sciences Foundation, cuya unidad trata sobre "La gestión documental aplicada al Gobierno Abierto". En esta unidad se habla de la influencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación sobre las formas de gobierno y de administración.
El profesor ofrece un recorrido histórico y social que emfatiza el papel del movimiento Open Data, que es el que de algún modo está empujado las instituciones a asumir las formas y los medios del Gobierno Abierto. Según Vaquero Pulido: "si bien Open Data implica necesariamente una claridad total de la información pública, este no es su objetivo principal, pues en este caso los datos no son el fin en sí mismo. Su fin último es poner a disposición de la sociedad los datos de interés común de la ciudadanía para que, de cualquier forma, éstos puedan desarrollar una nueva idea o aplicación que entregue nuevos datos, conocimientos u otros servicios que el gobierno no es capaz de entregar. Se trata entonces de abrir una puerta a la innovación y al conocimiento así como ofrecer nuevas oportunidades de negocio. Por otro lado, en el caso de la Administración Pública, el movimiento Open Data viene a apoyar la tendencia de lo que ya hemos ido estudiando respecto al denominado Open Government, por la transparencia sobre la gestión pública y el fomento de la interoperabilidad entre entidades públicas que favorece".